Para reservar tu cita:
Whatsapp 24/7
649-90-92-06
O rellena tus datos y te contactaremos con la mayor brevedad.
La incontinencia urinaria masculina es la pérdida involuntaria de orina por alteraciones en el control de la vejiga, siendo un problema más habitual de lo que se reconoce públicamente y que afecta considerablemente la calidad de vida física, social y emocional. Se asocia a causas variadas como cirugía prostática, envejecimiento, problemas neurológicos, agrandamiento de la próstata y otras condiciones médicas, y puede manifestarse normalmente con escapes ante esfuerzos, urgencias repentinas, o de forma mixta.
Aunque su prevalencia es variable según la edad y los factores de riesgo, estudios recientes indican que afecta al menos a uno de cada seis hombres mayores y que la incidencia aumenta marcadamente tras cirugías urológicas. Sigue siendo una enfermedad infradiagnosticada y subtratada debido al estigma y la falta de consultas especializadas.
El manejo eficaz requiere un abordaje individualizado que combine educación, cambios en el estilo de vida, fisioterapia del suelo pélvico y, cuando sea necesario, tratamientos farmacológicos o quirúrgicos.
info@saludsuelopelvicofisio.es
C. de las Rosas, 6, Zaragoza (50009)
En nuestra clínica en Zaragoza, ofrecemos tratamientos personalizados y fisioterapia especializada para cuidar del suelo pélvico masculino, adaptándonos a tus necesidades en cada etapa de tu vida.
Tu urólogo puede solicitar estudios urodinámicos multicanal para diferenciar los subtipos y determinar la causa principal y en caso de síntomas complejos o refractarios, otras pruebas (ecografía, resonancia, laboratorio).
3 subtipos principales en varones:
Incontinencia de esfuerzo (Stress Urinary Incontinence, SUI): Se produce al realizar esfuerzos físicos como toser, reír, levantar peso. Es muy prevalente tras cirugía de próstata (prostatectomía).
Incontinencia de urgencia (Urgency Urinary Incontinence, UUI): Se caracteriza por una necesidad súbita e incontrolable de orinar, difícil de contener. Es más frecuente a mayor edad o en presencia de alteraciones neurológicas. Con frecuencia está asociada al síndrome de vejiga hiperactiva, en el que la vejiga presenta contracciones involuntarias incluso cuando contiene poca orina. Este cuadro puede acompañarse de aumento de la frecuencia miccional y de nicturia, afectando la calidad de vida y el descanso.
Incontinencia mixta (Mixed Urinary Incontinence, MUI): Combina síntomas de esfuerzo y urgencia. También aumenta con la edad y en presencia de intervenciones quirúrgicas.
Otros subtipos:
Incontinencia post-prostatectomía: Tipo específico, habitualmente de esfuerzo, debido a lesión del esfínter uretral.
Incontinencia por rebosamiento: Relacionada con obstrucción o alteraciones neurológicas (vejiga neurogénica, hiperplasia prostática benigna).
La evidencia actual muestra que los ejercicios de suelo pélvico ofrecen beneficios significativos en la reducción de la incontinencia urinaria masculina, especialmente en casos leves o tras cirugía de próstata. La medicación por lo general se reserva para subtipos específicos como la vejiga hiperactiva y la incontinencia de urgencia.
Antes de comenzar cualquier programa de rehabilitación que requiera fortalecimiento del suelo pélvico, es fundamental realizar una valoración fisioterapéutica especializada en incontinencia urinaria masculina. Este proceso no solo identifica contraindicaciones (como tensiones, hipertonías o dolor perineal), sino que también examina el estado funcional y el tono de los músculos del suelo pélvico y sus sinergistas, como el transverso abdominal, multifidos y diafragma.
La valoración fisioterapéutica debe incluir una historia clínica completa, revisión de antecedentes médicos, hábitos, cirugías previas, e identificación de posibles factores agravantes. Se utilizan cuestionarios específicos para cuantificar la frecuencia y/o urgencia y revisar las circunstancias de las pérdidas urinarias, y se evalúa tanto el control motor como la coordinación durante maniobras que aumenten la presión abdominal.
Además, se analiza la postura, el patrón respiratorio y eventuales alteraciones musculoesqueléticas que puedan influir negativamente en la función del suelo pélvico.
La fisioterapia no solo implica una evaluación inicial, sino también la instrucción en técnicas que favorecen la toma de conciencia corporal y la correcta realización de los ejercicios indicados. Este acompañamiento permite que el paciente practique las terapias en casa con seguridad y confianza, minimizando el riesgo de realizar movimientos inadecuados o sufrir lesiones.
Para fomentar la continuidad del tratamiento, se aplican estrategias de motivación y adherencia, así como revisiones periódicas para ajustar los ejercicios según los avances y necesidades individuales del hombre y clases grupales. Además, se aconsejan modificaciones en los hábitos cotidianos, tales como mantener un peso saludable, evitar alimentos o bebidas que irriten la vejiga y establecer rutinas regulares para orinar, todo con el objetivo de potenciar los resultados y prevenir recaídas
La prevalencia de la incontinencia urinaria en hombres oscila entre el 11.5% y el 45.8% según diversos estudios de población general, y puede llegar al 60-100% tras una prostatectomía. La frecuencia aumenta con la edad y en aquellos con antecedentes de enfermedades neurológicas, hiperplasia prostática o cirugía prostática. Otros factores de riesgo son el índice de masa corporal elevado, tabaquismo y enfermedades crónicas.
Lesiones esfinterianas (especialmente tras prostatectomía)
Alteraciones neurológicas (vejiga neurogénica, accidentes cerebrovasculares)
Obstrucción urinaria (hiperplasia prostática, estenosis uretral)
Envejecimiento fisiológico (alteración en la función vesical y esfinteriana)
Superar la incontinencia urinaria en hombres, postquirúrgica, de esfuerzo y mixta, no depende solo de hacer ejercicios, sino de aprender a conocer y controlar tu propio cuerpo. La constancia, la práctica correcta y el acompañamiento de un fisioterapeuta especializado son esenciales para obtener resultados reales.
Pero la fisioterapia del suelo pélvico no se reduce solo a los ejercicios. También incluye otras técnicas complementarias que potencian la recuperación y alivian los síntomas, tales como la terapia manual y visceral, que ayuda a liberar tensiones y mejorar la movilidad de los tejidos perineales. La electroterapia intracavitaria que se utiliza para estimular de forma precisa los músculos debilitados y favorecer su fortalecimiento, así como la microcirculación de la zona tratada. El biofeedback, mediante retroalimentación visual o auditiva, permite al paciente ayudarle a identificar y controlar correctamente la musculatura implicada. La tecarterapia, que emplea corrientes de alta frecuencia para acelerar la cicatrización y mejorar la circulación en la zona, reduciendo inflamaciones y facilitando la regeneración. Y la neuromodulación que contribuye a regular la actividad nerviosa de la vejiga, ayudando a controlar la urgencia y la frecuencia miccional.
55€
Sesión de anamnesis, valoración y tratamiento, de 2 horas de duración aproximadamente.
1 Clase por semana al Mes – €42
2 Clases por semana al Mes – €62
Tonificación, control motor lumbopélvico y abdominal hipopresivo
Resolviendo tus dudas
No. Sólo si el abordaje conservador no es efectivo o en casos graves.
No. La fisioterapia está indicada a todas las edades, adaptando intensidad y método de tratamiento.
Sí, especialmente tras cirugías y en casos leves a moderados. Puede reducir/abolir la necesidad de dispositivos o cirugía.
Combinar distintas terapias puede marcar la diferencia en la recuperación. No se trata solo de hacer ejercicios de suelo pélvico, sino de trabajar el cuerpo de manera global. Cuando el fortalecimiento muscular se complementa con técnicas como la terapia manual o visceral, la electroestimulación, la tecarterapia, la educación postural, el control respiratorio o cambios en los hábitos cotidianos, los resultados suelen ser más rápidos y duraderos.
La terapia manual y visceral ayuda a liberar tensiones y mejorar la movilidad de los tejidos y órganos de la pelvis, favoreciendo el equilibrio entre la vejiga, el abdomen y la zona lumbar. Por su parte, la tecarterapia utiliza energía de radiofrecuencia para activar la circulación, estimular la regeneración de los tejidos del suelo pélvico y mejorar su elasticidad, lo que ha demostrado beneficios en la reducción de la incontinencia urinaria y la aceleración del proceso de recuperación.
La electroestimulación potencia la contracción muscular (trabajando Fibras tipo 1 – Lentas, y Fibras tipo 2- Rápidas), mientras que la respiración consciente y la educación postural ayudan a controlar la presión abdominal. Las modificaciones del estilo de vida, como controlar el peso o evitar irritantes vesicales, mantienen los progresos alcanzados.
Este enfoque integral no solo mejora el control urinario, sino que también refuerza la confianza, la fuerza y la calidad de vida del paciente. Con la guía de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, cada terapia se adapta a tus necesidades y ritmo, creando un proceso de recuperación personalizado y sostenible.
O rellena tus datos y te contactaremos con la mayor brevedad.