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El dolor pélvico crónico masculino afecta a una proporción significativa de hombres y se manifiesta no solo por dolor, sino por dificultades sexuales, urinarias y emocionales. Su origen es complejo e involucra factores inflamatorios, musculares, neurológicos y psicosomáticos, requiriendo atención por especialistas como fisioterapeutas del suelo pélvico y equipos multidisciplinares.
info@saludsuelopelvicofisio.es
C. de las Rosas, 6, Zaragoza (50009)
En nuestra clínica en Zaragoza, ofrecemos tratamientos personalizados y fisioterapia especializada para cuidar del suelo pélvico masculino, adaptándonos a tus necesidades en cada etapa de tu vida.
El dolor pélvico crónico masculino es una afección persistente que puede causar molestias en la zona urogenital, dificultad urinaria, disfunción sexual y alteraciones emocionales como ansiedad y depresión. Los síntomas suelen durar más de tres meses e incluyen dolor en el perineo, pene, testículos o suprapúbico, dificultad con la micción y molestias durante o tras la eyaculación. Muchos hombres también sufren una reducción clara en la calidad de vida.
Optar por tratamiento en nuestro centro Salud Suelo Pélvico Fisio es apostar por un enfoque actualizado e integral, que incorpora evaluación multidimensional, terapia manual y visceral (vejiga, próstata, …), tecnologías modernas como biofeedback, tecarterapia o neuromodulacion NESA entre otras, asi como protocolos internacionales (NIH-CPSI, UPOINTS), y enfoque integrativo PNI, todo accesible en nuestro centro especializado en Zaragoza. El equipo clínico interdisciplinar se compromete a escuchar, personalizar el abordaje y ofrecer soluciones adaptadas a cada paciente, entendiendo que el dolor pélvico es complejo y multifactorial.
La fisioterapia del suelo pélvico es esencial porque la evidencia demuestra que muchos hombres con dolor pélvico tienen dificultad real para relajar la musculatura del suelo pélvico tras contracciones voluntarias, lo que perpetúa el dolor. La intervención biopsicosocial integra ejercicios de relajación, biofeedback, neuromodulación, tecarterapia, terapia manual, cambios en el estilo de vida y apoyo psicológico, entre otros, abordando tanto el componente físico como el mental y social, y aumentando la efectividad del tratamiento
El tratamiento se basa en ejercicio terapéutico adaptado, técnicas de relajación neuromuscular, fisioterapia manual y visceral intrarectal si procede, y uso de biofeedback electromiográfico para entrenar la correcta relajación y contracción. También se emplean intervenciones cognitivo-conductuales y/o terapia de microcorrientes NESA XSINGAL para mejorar la adaptación emocional, regulando el sistema nervioso autónomo, así como estrategias de autocuidado diario. En algunos casos, se recomienda electroestimulación, terapia de ondas de choque o neuromodulación percutánea en función del perfil y preferencias del paciente.
¿Dolor espinal referido?, ¿Origen somático pélvico?, ¿Disfunción del sistema nervioso?, ¿Cicatrización tisular/anomalía estructural? El dolor pélvico crónico masculino requiere una evaluación meticulosa, que incluya historia clínica completa, revisión de síntomas urinarios, sexuales, gastrointestinales y antecedentes de dolor en otras áreas del cuerpo. Deben descartarse infecciones, enfermedades neurológicas y otras causas. El diagnóstico diferencial asegura un tratamiento seguro y adaptado al origen multifactorial del dolor. Utilizamos cuestionarios para evaluar intensidad del dolor, síntomas urinarios, y calidad de vida, asi como examen visual y palpatorio, mediante diferentes tests. Estos instrumentos ayudan tanto a establecer la gravedad inicial como a monitorizar el progreso durante el tratamiento fisioterapéutico.
La educación es pilar fundamental: explicar el carácter real, complejo y no infeccioso del dolor pélvico crónico, sus posibles desencadenantes y el enfoque multimodal del tratamiento. Una toma de decisiones compartida, donde el paciente entiende las opciones y participa en las decisiones, aumenta la adherencia y la satisfacción con los resultados. La fisioterapia debe integrarse, cuando sea necesario, con otros profesionales: urología, psicología, neurología y unidades de dolor. La referencia a especialistas apropiados según el fenotipo o la comorbilidad mejora las oportunidades de recuperación y previene retrasos en el tratamiento.
La fisioterapia pélvica puede aprovechar tanto los aspectos mecánico-tisulares como los neurovegetativos para influir de manera global sobre los síntomas del dolor pélvico crónico.
Experiencia y formación profesional del equipo
Nuestro equipo cuenta con fisioterapeutas especializados en suelo pélvico masculino, formación avanzada en métodos de evaluación y protocolos de rehabilitación. Colaboran con urólogos, psicólogos y expertos en dolor crónico, y participan activamente en proyectos de investigación científica, garantizando la aplicación de los últimos avances clínicos en cada caso.
55€
Sesión de anamnesis, valoración y tratamiento, de 2 horas de duración aproximadamente.
1 Clase por semana al Mes – €42
2 Clases por semana al Mes – €62
Control motor lumbopélvico, flexibilidad columna, abdominal hipopresivo y relajación – meditación guiada
Resolviendo tus dudas
El dolor pélvico crónico puede existir aunque no se encuentre una causa física clara en pruebas convencionales; suele deberse a una combinación de factores musculares, neurológicos, inflamatorios y emocionales, y no siempre implica una infección activa.
Sí, el dolor puede variar de localización e intensidad, y muchas veces se acompaña de molestias al orinar, disfunción sexual, molestias tras la eyaculación o al estar mucho tiempo sentado.
Muchos hombres con dolor pélvico tienen dificultad para relajar la musculatura del suelo pélvico tras la contracción, y los programas personalizados de fisioterapia pueden mejorar dolor, función y calidad de vida.
En la consulta, según las características de cada caso, también empleamos técnicas manuales específicas de movilización de vejiga y próstata. Estas maniobras buscan favorecer la relajación de los tejidos, liberar posibles restricciones en la movilidad natural de la vejiga, la próstata y las estructuras circundantes, y así contribuir a la mejora del dolor, la circulación local y la reducción de inflamación o edema. El objetivo es restaurar el movimiento libre de los órganos pélvicos y promover un entorno más saludable para la función muscular, urinaria y sexual, siempre adaptando el tratamiento a la sensibilidad y evolución de cada paciente. Además, mediante estas técnicas de movilización manual de la vejiga y la próstata, es posible estimular de forma refleja el plexo hipogástrico y el plexo sacro, que son centros clave del sistema nervioso autónomo en la pelvis. Al influir sobre estos plexos, se puede modular la actividad del sistema nervioso simpático y parasimpático, favoreciendo un mejor equilibrio autonómico. Esto podría ayudar a regular la respuesta al dolor, mejorar la sensación de bienestar y contribuir a la reducción de procesos inflamatorios o espásticos en la pelvis.
Este síntoma es muy frecuente y, según los estudios recientes, suele deberse a una incapacidad para relajar eficazmente los músculos del suelo pélvico tras la actividad; esta disfunción muscular está especialmente asociada al dolor relacionado con la eyaculación.
El curso evolutivo es variable, pero muchos hombres experimentan mejoría significativa con abordaje especializado, aunque no todos logran la desaparición total de los síntomas; el diagnóstico precoz y la fisioterapia específica facilitan el alivio y la reintegración a la vida normal
Los ejercicios de contracción pélvica tipo Kegel no siempre son indicados; de hecho, en quienes tienen dificultad para relajar la musculatura, lo prioritario es aprender estrategias de relajación y biofeedback, así como tratamiento del tejido, bajo guía profesional antes que ejercicios de fortalecimiento.
Sí, el dolor pélvico crónico tiene un componente biopsicosocial: el estrés, la ansiedad y experiencias vitales pueden amplificar los síntomas y dificultar la recuperación, por lo que puede ser útil un abordaje integral que incluya estrategias cognitivas y emocionales.
El dolor pélvico crónico suele requerir un enfoque multidisciplinar, y la colaboración entre fisioterapeuta, urólogo, psicólogo y otros profesionales incrementa la probabilidad de alivio y éxito terapéutico
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